"Kin", en maya, significa "día" o "sol", y Tzol-Kin significa "cuenta de los días".
El Calendario Sagrado de los Mayas, el Tzolkin, no es un calendario que mida tiempo ni días ni años como entiende la mente humana que cuenta linealmente el tiempo en base al calendario gregoriano.
La "cuenta" del Tzolkin es universal, pues es aplicable a toda la Galaxia, y es dimensional, fractal y holográfica, propia de 4 dimensiones, y por tanto, es todo menos la concepción mental humana, lineal y plana restringida exclusivamente a la parcela de la mentalidad, ni siquiera a los propios ciclos naturales de la Tierra y la Luna. El Tzolkin es un fractal del orden galáctico, producto del preciso conocimiento astronómico de la Galaxia y sus energías inteligentes procedentes de la Energía Inteligente que mana del centro, que es como la estación de radio que coordina los organismos miembros o sistemas solares. Esa Energía pulsante es como el aceite que mueve en perfecta sincronización todos los engranajes y ruedas de los ciclos de los sistemas que están interconectados unos con otros formando un súperorganismo cósmico autoconsciente y autointeligente, tal como lo es una célula de un cuerpo humano. Ese organismo es un todo interactivo e interdependiente en el que todos los ciclos se nutren de sí mismos y en el que nada puede ser descrito sin describir el Todo.
La Galaxia es un organismo inmenso que posee un orden y una conciencia de tal magnitud que trasciende los límites de nuestra comprensión. Al ser tan giganteso, posee su consistencia en un complejo de sistemas estelares coordinados desde el centro Hunabku, el pulsante y denso corazón que emite una serie continuada e ininterrumpida de señales de radioemisión haciendo circular la energía en sendos sentidos.
El Tzolkin es una constante galáctica que por medio de ciertos números clave y sus propiedades holográficas o fractales (como el 260 o el 20) es capaz de atraer a la esfera de lo mental y de los sentidos informaciones elevadas por medio de la sintonía celular. Todo es meditación intuitiva de los números, que son signos o símbolos como llaves que abren la mente al potencial de la realidad. Es dar oportunidad a la mente a que absorba la esencia de la simple y pura lógica abstracta del ser o esencia del universo, el propio ser o esencia del ser-humano.
Actúa como un sincronizador cósmico de la mente desincronizada por la "cuenta artificial de los días" del calendario artificial. Es el Ser afinando las cuerdas de la mente para que pueda tocar la canción del silencio cósmico. Es un teclado para sintonizar a las frecuencias cósmicas, cuya constitución como onda existe dentro de nuestro Ser y que ayuda no a "abadonar la tercera dimensión" sino a sincronizarla con la cuarta, pues todo es integración y armonía.
Es como el botón mental que enciende el motor y permite a la conciencia ingresar en la dimensión del tiempo universal, como el despertar al amanecer. Contiene en sí mismo el código cósmico galáctico que desde el centro de la Galaxia sincroniza una innumerable cantidad de sistemas, incluidos las perfectas máquinas biológicas de los cuerpos humanos, que realmente son un súperorganismo formados de súperorganismos llamados "células", que son como los chips de la radio-humana.
La Matriz Tzolkin expresa 260 dígitos, que es un número con el que se pueden comprender los ciclos de "diferentes" dimensiones temporales interconectadas, como el de la Luna, la Tierra y el Sistema Sol.
Así, la función del Tzolkin es ajustar todo el Sistema Solar para el ciclo de 5.125 años, la llamada Cuenta Larga desde el 3113 a.c, relacionando el patrón galáctico con el calendario solar terrestre, sustituido en la mente por un calendario falso incapaz de realizar la conexión y el ajuste. El ciclo de 5.125 es un ajuste exacto del fractal galáctico, y funciona como una lente que enfoca su haz de radiación por el que la información que procede del núcleo galáctico se sincroniza con la Tierra (y las mentes) a través de la lente del Sol, que es el transmisor-receptor de órdenes venidas del núcleo central de la Galaxia.
Así, 260 se refiere a 260 días del año terrestre, que es el periodo de gestación de un bebé humano en 365 días. 260 es el 71,2% de 365. 71,2 también es el porcentaje de agua en ese cuerpo humano que crece en la placenta llena de agua amniótica de vida. 260 es 1 Calendario Tzolkin. Sus propiedades fractales dan sentido al número 26000, que puede ser días (71,2 años) o años.
71,2 (en relación con 260 y 365) es el número de años que relaciona a la Tierra con el Sol mediante el 365, pues como la Tierra da 365 giros en 1 año, así el Sol realiza 365 periodos de 71,2 años (26000 días, que son 100 Calendarios Tzolkin)
en su revolución a Alción en 26000 años.
También 260 es el nro de revoluciones de la Luna en 20 años a 13 revoluciones por año, como 260 es el nro de siglos del Sol en 13 eras de 2000 años cada una. Es decir que el Tzolkin con su frecuencia 13:20:260 es un mismo sincronizador simultáneo de diversas medidas de ciclos temporales para diversos astros.
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