Yo sólo puedo mostrarte la puerta. Tú has de atravesarla.
Has de olvidarlo todo: el miedo, la duda, la incredulidad. Libera tu mente.
(De la Conciencia-"Morpheo" a alma-"Neo", cuando iban a saltar al otro edificio)
Eres un ser-emocional que ocupa el espacio "vacío" lleno de sentimientos condicionados por la celda en la que "estás" (la que sientes), delimitada por el suelo, el techo y las paredes de una mentalidad: Mátrix, algo inexistente, puro producto de tu imaginación.
Esa Mátrix incluye tu personalidad, tu ética del "bien contra el mal", la "dualidad" con la que tu universo se enfrenta consigo mismo y los demás (reflejos exactos del tuyo), tus creencias religiosas y políticas-sociales.
No existe porque es una creencia, y en el universo sólo existe la Esencia Unidad "vacío" lleno de espíritu que lo une todo y en el que hay átomos-materia "más o menos dispersos" unidos por el cemento espiritual.
Cualquier concepto es mental humano y no existe: es la ilusión que te controla, pero sólo si no eres consciente de la Realidad, pues los conceptos son necesarios para crear. Si eres consciente de la Realidad, puedes cambiarla para rehacer Mátrix a tu voluntad con otros conceptos o parámetros acordes con la realidad.
"Cuando Mátrix se construyó en su interior nació un hombre. Tenía la capacidad de cambiar lo que quisiera para rehacer Mátrix a su voluntad. Él fue quien liberó a los nuestros. Nos enseñó la verdad. Resulta que mientras Mátrix exista, la raza humana no será libre"
(De Morpheo a Neo)
Te sientes encerrada porque crees que los millones de conceptos, la ilusión, las paredes, son realidad, porque sobre todo crees en su reflejo material hasta el punto de hacerte depender de él. Crees que el blanco es negro. Lo has creado usando tu propia imaginación, así que sólo puedes liberarte usando tu propia imaginación, dejando de creer en el producto, usando la inteligencia de que "el blanco no es negro", como la ilusión no es la Realidad o lo visible no es lo invisible o la apariencia no es la esencia. Sabiduría es: no juzguéis por las apariencias.
La ilusión sólo es "una realidad", pero no puedes comprenderla sin conectar con la Realidad, la Sabiduría, la Causa, la Razón de Ser de las cosas superficiales, la información o comprensión, y eres una fuente Ser de esa Sabiduría. No puedes comprenderte como todo si sólo concibes la superficie humana en ti y en los demás, parte del mar que eres (pero no eres), olvidando la profundidad Esencia que eres y en la que están los tesoros fabulosos llenos de las respuestas a tus preguntas. Esas respuestas son la Verdad.
Sabiduría es empezar por comprender todo esto y terminar por experimentarlo, pues sólo abrir la consciencia-puerta y escapar experiencialmente supone el contacto real con la Libertad, la Sabiduría, el Oráculo, igual que si zambulles tu cuerpo en el océano y buceas.
Así puedes zambullir tu consciencia en la profundidad de la esencia Ser que eres con forma humana, donde con el ojo de la intuición encuentras y comprendes la razón de SER (razón divina), la causa, la sustancia, la vitamina, el alimento, el sabor, el aroma y el color de la naranja, todo aquello que no ves de ti mismo, de otros, del mundo y del universo que sí ves con ojos físicos. Comprende la naturaleza del universo: es mental y multidimensional, es esencia invisible con apariecia visible; pero te engañas con la creencia mental Mátrix, colocada entre tu totalidad: esencia y apariencia. Mátrix te divide. Libera tu mente. Lo material o aparente sólo es parte ínfima de esa multiplicidad de dimensiones. Es la fina superficie del océano sin fondo.
Libera tu mente.
Tu temor es la presión y la sensación de falta de libertad causada por los límites de esa celda que a veces reduce tu espacio vital y a veces logras ampliarlo sin que dure mucho o lo mantienes con esfuerzo. Al final, estás aceptando que esos límites, la ilusión, es la realidad, con lo que eres tú misma la que se deja condicionar psicológicamente. Aceptas la condición, te encadenas a ella. No eres libre, porque la libertad es incondicionalidad.
Para mantenerte encadenada a su celda, Mátrix te indica que el temor está afuera. Mátrix no te engaña. Eres tú quien decides dejarte engañar o no. Mátrix no te engaña porque ella necesita de tu energía de temor para sobrevivir. Por eso te indica también que la Libertad (no cumplir sus reglas) es peligrosa porque le perjudica, y como no piensas con el corazón, pues es más cómodo que piensen por ti, te dejas engañar.
Lo que Mátrix hace es legítimo. También es legítimo que tú te dejes condicionar y engañar y no seas honesta con tu corazón ni tu esencia Sabiduría-Amor. También es legítimo que decidas no dejarte engañar. También lo es que creas que haces mal dejando de servir a Mátrix, creyendo que corres el riesgo de "matarla" y de "morir" tú por creer en Mátrix como fuente real y única. También es legítimo que decidas estar "muerta", encadenada a la celda de Mátrix. Eres libre para usar la Libertad para encadenarte. Así son libres también los demás, pero les juzgas porque sólo hablas de tu propia experiencia, juzgándola, juzgándote y manteniéndote en Mátrix. Deja de hacerlo, y compréndete. Ámate. Recuérdate.
Libera tu mente.
Sabes que en toda celda física existe una puerta, y esto es porque en la celda mental existe una puerta, pues todo lo que hay dentro en la mente se refleja afuera en lo visible. Esa puerta es la consciencia en el presente sin juzgarlo, pues el presente es la fuente por la que mana incesantemente la Libertad, la Verdad, la Sabiduría que es tus alas que te llevan volando por la mejor corriente por encima de los valles de lágrimas y de los rebaños de ovejas que puedes ayudar a que alcen también sus alas.
Esa puerta de tu celda Mátrix está vigilada por un agente "Smith", un orco, que en la mitología romana es el guardián de las puertas del infierno. Él vigila tu celda, tu mazmorra, tu calabozo, tu "infierno", tu propia jaula. Es tu orgullo (orcullo, orco-llo, "orco yo", tú mismo como orco, el ogro, el lobo, el coco, el hombre del saco, como tu propia Bestia y carcelero).
Como orco vigilas el candado de tu propio temor, para que los demás no lo vean. Es tu escudo de defensa y tu arma de ataque ante "temores exteriores". Pero es absurdo defenderse ante esos "temores", pues ya sabes qué es el temor: los propios límites de tu propia celda y la propia angustia que experimentas. Y al orco, el orgullo, se le vence con humildad.
Necesitas vencer a tu orco, ex-pulsarle, librar un pulso con él en la batalla del ex-orcismo, ex-orco, exorcizarte a ti misma, la bella, pero comprendiéndote con amor-humildad-sabiduría y comprenderte como tu propia enemiga, tú misma como orco, como bestia, y amarlo, y bailar con él y amarte-amarle y comprenderte, fundirte en uno con él, pues la energía no puede destruirse. Con sabiduría: ama a tu enemigo, tú misma como bestia. No te hagas daño, bella, ni le hagas daño a él. Engáñale con una mentira piadosa a tu orco, sorpréndete regalándote un regalo de amor puro del corazón: humildad que disuelve el orgullo, agua que apaga el fuego. Los "malos" no esperan eso. La música amansa a las bestias.
Yo sólo puedo mostrarte la puerta. Tú has de atravesarla.
Has de olvidarlo todo: el miedo, la duda, la incredulidad. Libera tu mente.
(Morpheo a alma-Neo)
Eres libre para liberar tu mente de tu mentalidad Mátrix o no. Eres libre para disolver la ilusión de la celda, para derrumbar los muros, dejar de ser paloma de ciudad, salir de la jaula del pajarero, tú misma, aceptada por ti misma, y volar libre como águila de montaña.
Libera tu mente...
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