

"Mátrix" es un concepto que viene a significar la gran creación mental colectiva de la humanidad con la que se ha identificado y se impide a sí misma recordar, comprender y experimentar la naturaleza real del "Universo", la cual es la auténtica identidad "ser" espiritual del "ser"-humano. Blog dedicado a esa bella Alma llamada "YOS" que nos dejo estas electrificantes reflexiones.
Una de las preguntas más normales acerca de la Mátrix-Humana es "¿cómo se sale?".
Mátrix-Humana es fundamentalmente "ruido mental", ruido humano que se refleja como ruido físico y se alimenta a sí mismo. Luego en teoría la "salida" en sencilla: Silencio.
Por ello la propia pregunta: "¿Cómo se sale de Mátrix?" impide salir de Mátrix. De hecho "salir de Mátrix" supone despertar en el Vacío o Nada en el que se está siempre, y en la Nada, hay nada, sino Silencio Cósmico, por lo cual la experiencia de la Nada no es posible si se usa "algo" como las preguntas, que también es ruido, y en la Nada no hay ruido.
El Silencio existe siempre en la Matriz Universal, el Vacío y es la propia esencia de cualquier átomo, molécula, célula, ser"mente-emoción-cuerpo", y de ahí surge todo, incluso el "ruido", el "pensar", y por ello Mátrix se basa en el "pensar humano" o "pensamiento humano".
El "ruido" o "redundancia cósmica" es la desarmonía que produce en la Armonía Ser Silencio, el "pensar" (no Ser-Silencio), que funciona como un conductor que impide o desvía el paso de la electricidad del propio ser que "piensa". Es el fenómeno de la Resistencia con la que el propio ser se impide fluir en el Río silencioso de la Esencia Universal, el SER, la Sabiduría, para que sea esto lo que le conduzca, si bien siempre lo hace mientras el alma se conduce por el "pensar", la ignorancia y olvido de la Sabiduría.
El cuerpo emocional o "alma" del ser-humano no ES "humano", sino constituido por la propia esencia universal Silenciosa. Sin embargo, cuando el alma se identifica con el "pensamiento humano" cree que es humana y experimenta la vibración "humanidad", el ruido, la "no-Verdad", el "no-Ser".
La trampa del "pensar" es que él mismo al ser ruido le oculta el Silencio, la Verdad a la emoción-alma identificada con el "pensar". Se puede convertir en un auténtico vicio o círculo vicioso de preguntas y más preguntas que siguen siendo ruido y más ruido.
Evidentemente "la salida" no es una salida física, sino vibracional, consciente, de forma que a cuanto menos ruido "más cerca está la salida" y consiste en la desidentificación del "pensar" que es el enganche a Mátrix. Así, el alma muy identificada con un "pensar" muy ruidoso experimenta el "qué lejos está el cielo".
Es como el tapón-pensamiento de una botella de cava que se da vueltas de rosca, lo cual supone la experiencia del "tiempo" para el alma. Por eso "pensar" no es malo, pues la eternidad no puede recordarse si no se experimenta el "tiempo". El inconveniente es no saber o recordar cómo volver a experimentar la eternidad, si bien el ejemplo de la botella de cava es claro, y en el caso de la mente humana es "quitar el tapón" sólo significa silenciarse o vaciar la mente de ruido.
La mente humana es el ruido en sí mismo; es el recipiente en el que se almacena todo ruido. Este ruido es como piedras, el "pensar" en la mochila del alma. El hecho de eliminar el "pensar" supone que en la mente ya no humana, sólo queda Vacío, Silencio, que corresponde con la Mente Universal SER, y ya el cuerpo emocional se ha identificado con su esencia SER.
Si la mente humana era el recipiente del ruido en que se alimenta Mátrix-Humana, la Mente Universal siempre es el recipiente de la Sabiduría, el auténtico Lenguaje Universal, el del SER, la Matriz Universal de la que surgen todas las Mátrix, el Origen de todos los mundos-dimensiones-universos, la Imaginación SER que SOMOS.
Mátrix-Humana puede ser considerada desde un punto de vista mental como una "Gran Ciudad Mental de Ruido". Es el propio fundamento del "pensar humano" que usa el Alma Divina, la Bella Durmiente, dormida por el "run run" del ruido provocado por el Dragón, que es también un "tic tac" psicológico. Esa Bella duerme drogada sin escuchar a su Príncipe Azul, su SER-Crístico, el Amor, el Silencio, la Eternidad.
Así, el alma usa inconscientemente ese "pensar"-Mátrix, el cual usa conscientemente al alma.
Así Mátrix-Humana es el Dragón del Tiempo que se enfrenta al Príncipe Eternidad para ocultar su Silencio con sus rugidos, su fuego y sus garras: el "ruido" en el Silencio; la desarmonía en la Armonía.
Y mientras la Bella-Alma duerme, sueña el reflejo de los ruidos que el Dragón le transmite rodeándola del propio humo-humanidad que sale por sus ollares. Ese humo y ese ruido-rugido es la viga o velo de maya que el Dragón coloca en el Ojo del Alma-Bella y se lo cierra para que ésta duerma. Es como el humo que irrita el Ojo de la Bella y hace que ésta lo cierre. Por eso el alma necesita un colirio para unjir su Ojo y volver a "ver"-despertar (Ap 3, 18).
Y eso que la real Alma-Bella (el Águila Real destinada a volar "altísimo") sueña es su proyección irreal humana, la cual experimenta como la de una paloma de bajos vuelos que apenas puede salir del palomar. Por eso tiene a la paloma como símbolo de la paz, la misma paloma ciudadanizada, acostumbrada a las propias ciudades, pero no "piensa" al Águila que es, como la realidad que surca los cielos y domina las alturas, las cimas y los vientos.
Esto es así para las numerosas Almas-Bellas Durmientes del Bosque Mental Humano de Mátrix, las cuales crean como una mente colectiva toda la ilusión del mundo humano, y el ruido que de esa experiencia surge y que sirve de alimento al Dragón.
Ese pensa-miento humano ruidoso se refleja en la dimensión del sueño, físicamente en ciudades llenas de vehículos físicos que hacen ruido y en mentes individuales y colectivas parceladas y rebosantes de límites marcados por los planes, los horarios y los calendarios. Esas mentes se seccionan por sí mismas en sectores o sectas religiosas y políticas, ruidos que se impiden a sí mismos fundirse en el Silencio de la Mente Universal que siempre existe en su trasfondo, y que sería el Silencio del Bosque de las Bellas Durmientes, siempre, eso sí, que cada una acallara a su propio Dragón acudiendo a su Príncipe Azul del Amor-Silencio.
Es un pensamiento denso que también se refleja en espacios reducidos y muy densificados, faltos de silencio y espacio vital, exactamente tal como el pensamiento.
Así, la palabra "pienso" es utilizada para designar el alimento proporcionado a los animales o a las bestias. Mentalmente ocurre así en el mundo humano: ese "pienso" es lo que la Alma-Bella hace mientras duerme; es su propio sueño, y las emanaciones energéticas que produce su experiencia son el alimento del Dragón que le vigila.
Por eso muchas almas en su proyección humana creen que el sufrimiento es la mejor forma de ganarse el favor de su Dios, y realmente es así, pues son las favoritas del Dragón, sus más fieles servidoras que le sirven la comida o alimento a la Bestia, el ruido al Ruido, el "temor" al "Temor".
Es el ruido o vibración con el que la misma Alma alimenta a su propio ego inferior en su sueño, y ésa es su naturaleza, pues la naturaleza del ruido es alimentarse a sí mismo, su única forma de creer que existe. Por eso la forma de vida humana "sobrevive", igual que su Dios-Ruido, el Dragón.
No Vive, no es "Soy", que es la vibración de Amor o Vida Universal, el Silencio, el SER, el Príncipe Azul al cual la Bella-Alma Durmiente no escucha envenenada por el rugido continuo del Dragón, la Bestia.
De esta forma en la proyección humana se oye decir continuamente a las personas "yo pienso que...", "yo creo que...", pero nunca "Yo Soy" (SER), su Verdad, el Silencio, la Sabiduría. En esa simple declaración generan ruido (no-Verdad) para la Bestia. Son esclavas inconscientes de Mátrix-Ruido.
Así pues, el ruido creado por el "pienso" es el propio alimento de "la Bestia", el propio Ruido Colectivo Mental. La Bestia se convierte así como en el Gran-jero que dirige una "granja de animales" que comen mentalmente "pienso" (contrario a SERES que SON conscientemente SOY).
El ruido o vibración funda-mental no es captable por el oído físico en la proyección humana, pero sí es la propia base de la cual se alimenta el ruido físico en esa proyección, el cual, a su vez, captado por el humano, vuelve a hacer que éste aumente la potencia del ruido mental.
Todo un círculo vicioso inconsciente manejado por la Bestia Dragón "desde la Dimensión del Alma Durmiente", una "dimensión" que simplemente viene a ser una frecuencia vibratoria entre el Profundo Silencio de la Matriz Universal SER y el propio ruido físico humano.
Aquí puede imaginarse (no "pensarse") que "la Bestia", el propio Ruido Mental Mátrix como Energía e Inteligencia, un Ser Viviente y Consciente que da vida a sus formas humanas a las que él mismo necesita aportar "pienso" o ruido para poder sobrevivir como Colectivo y como personas que hacen el Colectivo. Así, no son las formas físicas las que son seres vivientes, sino que sólo son formas usadas por ese Ser Viviente, el Dragón, la Bestia.
Y es que es la mente lo que es la vida. El cuerpo no puede sobrevivir sin la mente. Y con la Mente-Mátrix, el "espíritu impuro" o "ruido" o "demonio" (no mal), el Alma "sufre" su propia experiencia, y el cuerpo-personalidad humano "sobrevive" en su duro trabajo de esclavo. Pero con la Mente Universal, el Espíritu Universal SER Vida, el Amor, la Esencia el Alma vuela y "se eleva" como Águila Real, como Bella Consciente (ya no durmiente) y el cuerpo que usa sí está Vivo.
Pues una cosa es la Mente-Mátrix-Humana, el "pensar", y otra es la Mente Universal, el SER. Sin embargo, aquella se asienta en ésta, pues el "ruido" surge del Silencio. Mátrix-Humana sólo es un filtro "impuro" que se ha colado entre la Belleza SER y su reflejo múltiple de formas humanas. Mátrix-Humana es un vaho-anticristal en el Cristal-Cristo del Alma divina.
El "pensar" es "vida que muere". El SER es la Vida Eterna. El "pensar" le otorga al Alma durmiente la posibilidad de experimentar el "tiempo" y la "muerte", que esencialmente es "ruido", desarmonía con respecto a la Armonía de la Esencia Silencio Universal SER a la que pertenece y en la que está siempre.
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